EL PREDESTINADO (*)
Hubo cierta vez, en un lugar de la Pancha (Lugar de nacimiento de Terencio), donde un director de escuela, era tan fanático en cuestiones religiosas, que hacía permanecer a sus alumnos toda una mañana,...
Hubo cierta vez, en un lugar de la Pancha (Lugar de nacimiento de Terencio), donde un director de escuela, era tan fanático en cuestiones religiosas, que hacía permanecer a sus alumnos toda una mañana,...
Por: Olimpio Cotillo C. Una mañana muy temprano, así se llama aquí a una hora antes que canten las avecillas del cielo y de los bosques también, doña Penélope, hizo abrir la...
Esta madrugada uno de diciembre del 2018, los gorriones y zorzales inquilinos del único palto que tengo, en la jungla de mi casa, se han silenciado inexplicablemente. Igual sucedió cuando murió tío Serapio, abuelita...
Hay quienes son verdaderos analistas y calculadores. Ponen las cartas sobre la mesa y una, siempre lo esconden bajo la manga. En algunos casos y según las circunstancias salen a las calles, encabezan las...
Por: Olimpio Cotillo C. Tres entrañables amigos ingresaron a un restaurante, se sentaron lo más cómodo posible. Dos de ellos pudieron una entrada, una sopa “consomé” y un churrasco “montado”. El tercer amigo...
Nuestro País nunca se ha quedado atrás. Por el contrario, hoy más que nunca ya está registrado en los anales mundiales. Con el perdón de los profesores de historia. Esparta se caracterizó por ser...
Revisando el vademécum político, en sus páginas amarillas encontramos a un personaje clasificado de nuestro folclore rico y anecdótico. A uno que empieza comiendo migajas junto a los canes, y al menor descuido se...
Olimpio Cotillo Les confieso en alta voz y con el alma desnudo, mi tierra es tierra. Con todos sus males encima: sismos, aluviones, huaycos, huracanes y hasta sequías. No me importa, les confieso, Allá...
Las viejas añoranzas de la Escuela Normal de Tingua (Yungay), nunca pasarán. Desde los hechos más grandes y trascendentes, a los acontecimientos más triviales y no por ello faltos de dulce ternura estudiantil. Tratábamos...
Entrar a la vetusta “Casa de Pobres” o “Casa Santa”, apelativo con que se le conocía al antiguo hogar de oración donde moraban viejitas solemnes, era conocer a las ancianitas muy proclives a la...